Seguramente ya te hayas informado de las causas y consecuencias más comunes y hayas investigado las posibles soluciones.
Las estadísticas hablan de que el bruxismo –así es como se conoce al hábito involuntario de apretar y/o rechinar las estructuras dentales sin propósitos masticatorios– afecta aproximadamente a un 20% de la población.
¿Rechinas los dientes cuando duermes o vives con una persona que lo hace?
Se suele asociar con factores psicológicos como estrés, ansiedad y nerviosismo acumulado y en no pocas ocasiones parte del tratamiento incluye técnicas y ejercicios de relajación antes de dormir.
Los profesionales de la Odontología sabemos, no obstante, que ortodoncia y bruxismo están muy relacionados ya que existen problemas dentales que pueden ser una de las causas subyacentes de esta parafunción.
Por ejemplo, si tienes los dientes torcidos, apiñados o una maloclusión que te impide morder adecuadamente estarás sin quererlo empeorando el hábito de apretar los dientes.
Una ortondoncia a tiempo puede ayudarte a que los síntomas mejoren notablemente y hasta puedas prescindir con el tiempo de la famosa férula que las personas bruxistas se ven obligadas llevar cuando duermen.
Un tratamiento de ortodoncia hará que tus dientes estén alineadas y que tus arcadas inferior y superior estén en armonía al morder y no choquen de manera antinatural.
También de paso podremos frenar otros de los efectos más comunes del bruxismo: desgaste y fracturas en piezas dentales, sensibilidad dental y movilidad dental.
Para que te hagas una idea, hay estudios que afirman que en los casos muy pronunciados, las personas afectadas llegan a rechinar los dientes hasta 45 minutos seguidos con una fuerza superior a los 100 kilos. Si esto se produce todas las noches, puedes imaginar que los daños a largo plazo en la estructura de los dientes acabarán siendo profundos.
El desgaste del esmalte dental y las pequeñas fracturas por el rozamiento continuado te predisponen a sufrir caries ya que las bacterias podrán atacarte más fácilmente.
La movilidad dental puede hacer que acabes sufriendo hipersensiblidad a ciertos estímulos como el frío, calor o ciertos sabores como agrío o dulce ya que parte de la raíz del diente acaba quedando al descubierto por encima de la línea de la encía.
Otros efectos conocidos del bruxismo son dolores de cabeza, oído, mandíbula, cuello y cervicales que pueden convertirse en crónicos si no se trata la causa principal, además de problemas de concentración y sensación de no haber descansado bien.
A nivel estético, una característica que puede definir a las personas que llevan años rechinando los dientes sin saberlo es que tienen hiperdesarrollados los músculos maseteros que se encuentran en la parte baja de la cara a la altura de la mandíbula.
Procura masticar alimentos duros y limita el consumo de dulce para reducir la hipersensibilidad dental. Intenta llevar una vida tranquila y relajarte antes de ir a dormir.
Aparcar los problemas durante la noche es buena manera de asegurarte un buen descanso. Si crees que hacer ejercicios de relajación te puede ayudar, no lo dudes y aprende.
No prescindir de la férula de descarga para dormir, aunque se haga sin compañía.
El hecho de rechinar los dientes es mucho más que un ruido desagradable. Aunque tú no seas consciente, la férula hace que tus dientes no choquen entre ellos y, por tanto, frenas su desgaste.
Acude a un ortodoncista para que te examine y descarte que tienes una maloclusión o un problema de mordida. Si no es así, podrá derivarte al profesional más adecuado. Recuerda que en Clínica Udaberri somos especialistas en ortodoncia.