¿Va a ser tu primera Navidad con brackets y te estás agobiando sólo de pensar que no vas a poder comer a gusto? Te traemos unos sencillos consejos para que disfrutes como el resto de tu familia de las comidas navideñas sin que tu ortodoncia sea un impedimento. ¡Cero dramas!
En Navidades solemos coincidimos con familiares a los que quizás no vemos tan a menudo. Puede que tu ortodoncia acapare los primeros cinco minutos de la conversación y te de algo de corte. Algunos pensarán que eres muy mayor para llevar brackets, otros que ya tenías los dientes bien… en fin, todavía hoy hay bastante desconocimiento sobre el tema, pero sólo queremos animarte y decirte que pienses siempre en tu objetivo final: tener una mayor salud dental y una sonrisa más armónica.
Es muy habitual en estas fechas las preguntas en consulta tipo: ¿Puedo comer turrón? ¿Y marisco? ¿Y las uvas de Nochevieja? Las respuesta es sí a todo con precauciones. Ni tu tía está libre de astillarse un diente con un trocito del cascarón de esa nécora tan rica ni tu abuelo tiene los dientes tan de hierro como presume para comer sin parar turrón «del duro».
Si estrenas ortodoncia en estos días, aprovéchate y que te mimen un poco con un menú navideño, pero especial. Una sopita de pescado, marisco ya pelado o sin cáscara, algún entrante blando como una croquetitas de boletus. ¿No se te hace la boca agua? Si tomas una actitud proactiva, seguro que comes sin problemas.
Cuidado con turrones, dulces y demás criaturas dulces que llegan por Navidad. Esto te lo diríamos también aunque no tuvieses brackets, pero en tu caso, redoblamos la advertencia. Los aparatos no producen caries. El hecho de que alrededor de ellos se acumule placa dental, sí. No queremos por nada del mundo ver manchas blancas cuando te los retiremos, ¿ok?
Si este año te comes la uva número 5 cuando las campanadas llevan más que dadas desde hace media hora, ni te preocupes. La piel de la uva y las pepitas te pueden jugar una mala pasada. Lo cierto es que hasta para eso tenemos una propuesta para que pases de vivir ese momento: uvas sin piel ni pepitas. Verás como no te ganará nadie en rapidez.
¿Comes o cenas fuera de casa esos días? Allá películas, como diría tu madre. No te olvides de llevarte tu kit de limpieza. Te lo hemos dicho hasta ser pesadísimos, lo sabemos, pero lo más importante en una ortodoncia es la limpieza. No te olvides de cepillarte los dientes tras cada comida, no te olvides el hilo dental ni tampoco el cepillo interdental. Si lo ves necesario, hasta un enjuague bucal. Queremos verte esos brackets como los chorros del oro después de Reyes. Si no, ya sabes, carbón… del normal, nada de dulce.