Ortodoncia infantil de la A a la Z

Hoy te traemos una completa guía para que conozcas cómo es un tratamiento de ortodoncia infantil. Con ella, te darás cuenta de que es vital que vengas con tu peque desde sus primeros años de vida, no solo para que se familiarice con nosotros y nuestros ‘especiales’ aparatos (así no nos tendrá tenga miedo cuando vaya creciendo), sino para hacer posible que el desarrollo de su boca sea lo más armónico posible. En Clínica Udaberri hemos desarrollado un protocolo que va fenomenal para detectar y corregir esas primeras anomalías o imperfecciones que pueden hacer que te ahorres los brackets más adelante. Y si no es posible, y finalmente tu hijo o hija necesita una ortodoncia, aquí respondemos a tus dudas y preguntas.

Entre los 0 y 3 años los dientes van erupcionando poco a poco. Los más madrugadores serán los incisivos centrales y laterales y los últimos los segundos molares. Aquí puedes ver y guardar un calendario completo de dentición infantil para que lo tengas bajo control. En cuanto empieces a ver los primeros dientes, ven a vernos para hacer prevención precoz, aconsejarte en higiene bucodental o detectar problemas.[/icon_timeline_feat][icon_timeline_feat time_title=»PROBLEMAS MÁS FRECUENTES» title_font_style=»font-weight:bold;»]

DEGLUCIÓN ATÍPICA

Cuando somos bebes no tenemos dientes por lo que ponemos la lengua entre los dos maxilares para poder tragar, es decir, delante. Cuando van saliendo los dientes, inconscientemente, la lengua se reposiciona, se coloca en el paladar y, al tragar, se apoya en este, pero hay casos en los que no ocurre y la lengua sigue apoyándose delante, justo entre los dos maxilares. Si tu hijo o hija empuja la lengua cada vez que traga, los dientes se abren y no se estimula el crecimiento del maxilar en anchura. La boca se queda hacia delante y los dientes de arriba no chocan con los de abajo por lo que se acaba generando también un problema de mordida.

CHUPARSE EL DEDO

Existen aparatos para evitarlo, pero es muy duro para los menores. La mejor solución es trabajar para que el hábito no se enquiste. En cuanto veas a tu bebé con el dedo en la boca, es conveniente que lo saques y le des el chupete. Es preferible que acudas al chupete porque es más fácil de eliminar. Si, por desgracia, tu hijo o hija ya ha cogido el hábito, prueba con un guante de invierno atado a la muñeca (sin cortarle la circulación, por supuesto) para que no se lo pueda quita. El hecho de chupar la lana suele disuadirles.

Entre los 4 y los 13 años, tu hijo o hija hará el recambio de todos los dientes de leche. Es el momento ideal de hacer revisiones periódicas e intervenir con pequeñas maniobras si vemos que son necesarias a nivel esqueletal, Estas maniobras tendrán como objetivo dejar el hueso preparado. En ningún caso, colocaremos brackets hasta que el menor tenga su dentición definitiva.

MORDIDA CRUZADA

Existe una mordida cruzada cuando el maxilar superior es más estrecho que la mandíbula. Como el menor no tiene la mandíbula en posicion centrada no puede morder correctamente ni con la parte derecha ni con la parte izquierda de su dentadura por lo que acaba desviando la mandíbula y mordiendo al revés. Para que lo entiendas mejor, para morder bien los dientes de arriba tienen que ‘encajar’ con los de abajo. En estos casos, los dientes de abajo muerden por encima de los de arriba. Si no lo solucionamos, los dientes saldrán torcidos, tendrán una mayor fragilidad y más propensión a sufrir caries. Es muy fácil de solucionar en estas edades porque en realidad es un problema esqueletal, es decir de hueso, más relacionado con la ortopedia que con la ortodoncia. En 2 o 3 meses está solucionado y, en muchos casos, evitamos los brakects.

DIENTES DE LECHE MUY JUNTOS

Cuando están todos juntitos, queda muy estético todos alineados, pero en clínica sabemos que los definitivos no van a tener sitio. El diente definitivo es más grande que el de leche y necesita ocupar el hueco del diente de leche más un espacio a cada lado. En cualquier caso, es un problema fácilmente solucionable si lo cogemos a tiempo.

DIENTES DE LECHE QUE NO SE CAEN

No hay una edad concreta a la que se caigan los dientes de leche, pero si un diente de leche no se cae a tiempo, cuando se queda en boca, hay un problema. O bien, no está el diente definitivo, o está desviado de su trayectoria y no empuja al diente de leche para que se caiga. Eso es una ortodoncia segura. Un diente de leche que se cae antes de tiempo es menos preocupante. Puede ser que el diente definitivo venga muy grande y cuando sale tira dos dientes de leche a la vez, pero por norma general, da menos problemas.

El desarrollo en hombres y mujeres es diferente, así que si tienes hijos e hijas te darás cuenta de que ellas ya tienen todos los dientes a los 10 años más o menos y ellos finalizan el recambio a los 12-13 años. En cualquier caso, es a partir de esta edad cuando pensamos en ortodoncia.

Si existen problemas esqueletales sin solucionar, es muy posible que tengamos que decantarnos por un ortodoncia. Para elegir la mejor opción, primero haremos un estudio completo compuesto por una serie fotográfica, impresiones de la boca y la mordida, además de unos modelos en escayola y unas radiografías. Medimos también los huesos, el crecimiento que todavía le queda y la dirección de crecimiento, así como la simetría de los dientes.

Con todos esos datos, y con ayuda de un sotware informático, obtendremos una imagen digitalizada de la dentadura de tu peque. En función de la maloclusión (del grado de desalineación y encaje que tenga entre los dientes de arriba y abajo), decidimos qué aparato poner y te comunicamos las opciones disponibles.

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Adirane Guerra Sanz

Directora de la clínica Udaberri desde su apertura en 2008, Adirane lleva desde 2004 dedicándose a mejorar la sonrisa de sus pacientes poniendo siempre el punto de partida en una boca saludable.
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