El trastorno del espectro autista (TEA) o, simplemente, autismo, es una enfermedad neurobiológica caracterizada por las dificultades comunicativas y la reincidencia en determinados patrones de conducta poco funcionales. Este trastorno, por sí mismo, no está relacionado con problemas de salud bucodental específicos. Sin embargo, la atención odontológica que ha de recibir este tipo de pacientes es más exigente, puesto que sus complicaciones conductuales no facilitan, precisamente, el seguimiento de las pautas de higiene dental y los tratamientos.
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Una cuestión a abordar en equipo
Uno de los rasgos más complejos de la conducta de las personas que presentan algún grado de autismo es la hipersensibilidad ante los cambios que van surgiendo en sus vidas. Las visitas a los dentistas, por ejemplo, son unos de ellos. Esta circunstancia nos obliga, para conseguir éxitos en las revisiones dentales, a actuar como un equipo. Un equipo formado, en este caso, por los autistas, padres y odontólogos.
A continuación, te presentamos las directrices que debemos seguir cada uno de nosotros a la hora de que los autistas puedan mejorar su salud bucodental. Toma nota de ellas.
Problemas dentales habituales en las personas que sufren autismo
Quienes padecen autismo suelen tener una higiene bucodental deficiente, lo que puede provocar diversas enfermedades en la boca.
Estos son algunos ejemplos de problemas bucodentales que se les pueden presentar.
Caries
El riesgo de caries es mayor, en especial, si se les premia con dulces.
Bruxismo
Además, su común nerviosismo también puede implicar que incurran en el bruxismo o se autolesionen mediante mordiscos, como en los labios. Un protector dental resultará, en este sentido, útil.
Xerostomía
Por último, la sequedad que provocan en la boca las medicinas que toman para controlar las convulsiones también puede causarles caries.
Los dentistas ante los pacientes autistas
Por nuestra parte, conocedores de la aversión que los cambios bruscos provocan en los autistas, hemos de facilitar, en la medida de lo posible, su adaptación al entorno. De este modo, no sufrirán traumas que compliquen la comunicación entre paciente y odontólogo. Por eso, es importante manejarse muy poco a poco con ellos.
Vale la pena, en este aspecto, que concertemos una primera visita lo más corta posible. Una primera visita que sirva para conocernos y en la que enseñemos la persona afectada la clínica, de forma que se pueda familiarizar con ella. A lo largo de todo el tiempo que duren estas consultas deberá mantenerse una comunicación fluida. Y, si hace falta que los padres estén presentes, esa ayuda puede resultar fundamental.
Finalmente, la utilización de la sedación consciente o anestesia general (en las extracciones y los rellenos invasivos o las radiografías) puede contribuir a la eficacia de las intervenciones.
¿Cómo pueden ayudar los padres al paciente autista?
Por último, los padres, como te hemos adelantado, pueden colaborar a la hora de mejorar la higiene bucodental de los autistas. Como estos chicos no asimilan correctamente la información verbal, interesa que esta pueda ser transmitida mediante pictogramas. Por ejemplo, para dar las pautas del cepillado y hacer más familiar la figura del dentista.
En definitiva, te hemos dado pautas para adaptar la atención odontológica a las condiciones de los autistas. Si tienes dudas, consulta a nuestra doctora Adirane Guerra para que te informe detalladamente.
Si tienes dudas sobre el tema, consúltanos o llama por teléfono para solicitarnos una cita y que estudiemos tu caso con detenimiento: 944 30 25 87.