La alveolitis seca es una complicación dolorosa después de una extracción dental. Actualmente, la extracción de un diente se realiza cuando la pieza no se puede ni tratar ni salvar y no suele conllevar problemas post-operatorios. Esta patología se puede detectar fácilmente. Normalmente, cuando al día siguiente de la operación no tienes molestias, pero en los siguientes días aparece un dolor de gran mesura que te impide descansar, y ni el efecto de los medicamentos parece ser eficaz. Entonces, podrías estar sufriendo alveolitis.
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¿Qué es?
La alveolitis seca es una inflamación no purulenta que suele aparecer en los días posteriores a la extracción, y provoca un retraso en el proceso de cicatrización.
Ocurre cuando el coágulo de sangre, que se forma en el alvéolo del diente que te han extraído, se desprende o se descompone, dejando al descubierto los nervios y el hueso. Notarás el dolor asociado a la alveolitis seca de 3 a 5 días después de la extracción.
Los principales síntomas que te puede provocar son:
- Dolor intenso y pulsátil que se irradia mucho más allá del sitio de extracción (cabeza, cuello, oreja).
- Mal sabor en la boca.
- Dificultades para abrir la boca.
Si aparece está afección, es debido a un claro fracaso de la curación o a una complicación tras la extracción dental. Los principales factores que la propician y dificultan la cicatrización son la mala higiene bucal, los malos hábitos, como fumar, y el tomar anticonceptivos orales.
¿Cómo se trata?
Es de suma importancia ir a visitar a tu dentista en los días posteriores a la extracción de un diente; más aún, si sufres estos síntomas. Te podrá recetar un antibiótico, en caso de infección, o curar el fondo del alvéolo para eliminar los residuos de alimentos y, así, promover la curación. Para ello se utiliza la clorhexidina. Este producto también se usará, posteriormente, en enjuagues o en gel para desinfectar la herida después del cepillado.
Además, posiblemente, requerirás el uso de varios medicamentos. Un analgésico como el paracetamol o el acetaminofeno ayuda a aliviar el dolor. Un antibiótico sirve para evitar infecciones. Con el cuidado apropiado, la alveolitis seca desaparecerá en unos diez días.
Consejos de prevención
- Recuerda cepillarte bien y usar hilo dental, teniendo cuidado de no tocar la herida.
- Aplica compresas estériles después de la extracción para promover la formación de coágulos.
- Come alimentos blandos, tibios o fríos.
- Evita los alimentos calientes, el vinagre o demasiado picante, ya que frenaría la coagulación en los alvéolos.
- Presta atención a las partículas pequeñas de alimentos que pueden alojarse en el sitio de extracción (arroz, sémola, semillas de cereales).
- Dado que el calor del humo del tabaco y el alcohol pueden retrasar la curación y aumentar el riesgo de sangrado, es mejor dejarlos a un lado durante 72 horas después de la extracción del diente.
La mejor solución siempre es la prevención para ahorrarte dolores y pasar un mal momento. Y si, por desgracia, te toca sufrir una alveolitis seca, con un buen tratamiento podemos conseguir que remita en unos 10 días.